jueves, abril 28, 2016

10Y28

Mátelo para que no sufra. Es una reacción que compartimos los humanos cuando presenciamos el dolor ajeno, particularmente el de los animales. Pero cuando se trata de otro ser humano, esto no es tan fácil de decir. Tan valiosa es la vida que impera agotar los medios antes de tomar una medida drástica. De éste sentimiento es que nace el espíritu humanitario, la vocación por aliviar el peso de los que sufren.

O por lo menos así es en Occidente. ¿Es posible reaccionar de manera diferente? Para mi sorpresa, una pequeña pero significativa diferencia es visible en la sociedad japonesa. 

Después de los desastres de marzo de 2011, una avalancha de generosidad local ocupó los medios por meses, incluso años, pues incluso ahora se escuchan historias al respecto. Todo tipo de ayudas, en dinero o en especie, llegaron de todos los rincones del país hasta las zonas afectadas. Tan cálida fue la respuesta que resulta difícil dudar del espíritu caritativo japonés. 

Pero si se mira con cuidado, hay un elemento ausente en medio de tanta generosidad: en principio, los afectados no están pidiendo nada. La necesidad es fehaciente pero es preciso que el que la sufre no nos la restriegue en la cara. Las ganas de ayudar se originan no tanto en el peso de la tragedia, como en la manera en que se lleva. Hay cierta violencia en el sufrimiento cuando es usado para pedir ayuda. Como si tocara ser bueno a la fuerza. Casi como un robo, una extorsión.

Sin embargo, la lógica del humanitarianismo occidental funciona en base a la imagen del sufrimiento. Entre más dramático más atractivo. Es difícil entonces congeniar con esta forma de justificar la ayuda al prójimo. Mátelo para que no sufra.

Por otro lado, llegar a conocer los problemas de los demás hasta el punto de verificar que los que sufren no abusan de sus problemas sino que tratan de salir adelante a pesar de las circunstancias no es sencillo. Se necesita tiempo y dedicación mediática que por lo general no es posible lograr. De ahí que dar para el desarrollo sea más fácil. 

No hay comentarios.: