miércoles, julio 15, 2009

No, We can't



Una de las razones por las cuales es difícil estudiar la in/seguridad como concepto analítico es lo diferente que son las visiones objetivas y subjetivas del mismo. Mientras la tradición de los expertos hace ahínco en la protección de las fronteras y el uso de la fuerza militar, los individuos generalmente se preocupan por una gama mucho más amplia de amenazas a sus vidas diarias: delincuencia, salud, ingreso, ambiente, alimentación, etc. Esta asimetría es una de las razones detrás de la propuesta de la seguridad humana: mover el foco de los medios para conseguir cierto tipo de seguridad a los individuos que la necesitan, promete ayudar a cerrar la brecha entre la seguridad ofrecida y la requerida. Sin embargo, tal vez la asimetría de la in/seguridad sea una condición natural irremediable e, inclusive, que no necesariamente sea indeseable.

La seguridad humana suele ser acotada, en su versión más popular, por dos postulados traídos de un célebre discurso de Franklin Delano Roosvelt: libres de necesidad y libres de miedo ("freedom from want and freedom from fear"). Con estos dos conceptos, la necesidad y el miedo, se pretende pues abarcar todas las posibles fuentes de daño a los individuos y comunidades. Por un lado, la manera objetiva de enfrentarlos es la protección, idea tradicional de lo que es deber del Estado sólo que ampliada a un número mayor de amenazas, mientras que el frente subjetivo se vale del empoderamiento. Este último quiere decir que las comunidades sean capaces de hacer frente ellas mismas a sus problemas.

Hasta acá todo muy bonito pero es importante, entre tantas cosas, visitar cada vez que se pueda los límites del empoderamiento y de la extinción del miedo para no olvidar hasta donde es razonable llevar las intenciones. En esta ocasión, en lo que respecta al lado subjetivo del asunto, traigo a colación dos artículos interesantes de las semanas pasadas. El primero es sobre el posible efecto dañino de los libros de auto-ayuda. Según el estudio, por más que una persona se repita a sí misma que puede, si esta es consciente de que no es así, las palabras de ánimo servirán para nada. Aún peor, el conflicto interno entro lo que se quiere creer y lo que se sabe es su incapacidad, puede llegar a entorpecer el resultado en la tarea emprendida. Si el empoderamiento no es realista en la magnitud de la amenaza y las capacidades de la comunidad, la cosa puede acabar en desastre.

El otro artículo es una nueva joya de los estudios evolutivos. Según un psicólogo de la Universidad de Michigan, cierto nivel de depresión tiene un importante papel en el desarrollo de nuestras vidas. Según el experto, la depresión nos ayuda a evitar tratar de alcanzar objetivos demasiado altos, y así ahorrar energías y recursos para nuevas metas más asequibles. Susceptibles a la depresión crónica serían entonces aquellos que no pueden - o no son capaces - de sufrir sus depresiones normales. De esta manera, y reconociendo las oscuras relaciones de la depresión y el miedo, es importante considerar como de estos sentimientos nacen algunos de los cambios en las poblaciones, las semillas de lo que podrá moverlos ya sea a responder a una amenaza, o exigir adecuada protección - para no hablar de la lección particular para cada uno de entender nuestras depresiones.

En el fondo, es precisamente del miedo y de las depresiones compartidas de donde son avistadas inicialmente las amenazas que luego será menester afrontar con el aparato de seguridad. Por tanto, es en el entendimiento de la complejidad del ser humano, en donde pueden encontrarse las claves para soluciones más durables a los problemas que nos aquejan a todos.

OAGS

P.D. Si quieren revisar los límites del empoderamiento objetivo, pueden leer este post de Blattman sobre como el 30% de la población de Liberia está capacitada en cuestiones de paz, mientras que el país aún no tiene carreteras.