domingo, junio 25, 2006

Concurso Blogisivo

Hola Terricolas!

Como vivo estresado por no escribirles mas a menudo, pero ultimamente no he recibido muchos comentarios de su parte, unica forma de saber si me estan leyendo, aqui les va la siguiente pregunta de mi vida cotidiana:

Si quieren comer galletas, algunas con mantequilla y otras con mermelada, pero solo tienen un cuchillo, que es preferible, que la mantequilla quede con pintas de mermelada o que la mermelada quede con pintas de mantequilla?

La mejor respuesta se llevara un pequeno pero representativo premio; y en la medida en que no contesten me ire despreocupando por contarles mis cosas en el blog.

Perseverancia y fortuna.

Desde una turbulenta quietud,

panOptiko

martes, junio 13, 2006

Sucesos 2: Quemando paradoja

Internet del Primer Mundo

Recibi una carta de la compania de internet que pretendo contratar. En ella me decian que no encontraban mi direccion.

Lugares comunes fuera de contexto

Poco me comunico con los otros colombianos que vinimos al tiempo a Japon y, cuando los encuentro en el chat, no puedo decirles que no se pierdan. Estamos en Japon.

Estudiante Japonesa

Conoci una estudiante de maestria que investiga sobre la economia en el conflicto palestino isreali. Cuando le pregunte si le gustaba estudiar contesto que no, pero que en el futuro le gustaria trabajar como investigadora asi que estaba haciendo su mayor esfuerzo.

Internet del Primer Mundo 2

Llame a la compania. Para poder tener mi servicio debi explicarles de que color era mi edificio y cuantos anos tenia. Me indicaron que era necesario escribir mi nombre en la puerta del apartamento. Tengo la foto de una vaca en ella. Mala cosa.

Tiene clase? que duerma!

Esta tan arraigada en la cultura del estudiante japones promedio la costumbre de dormir en clase, que segun una encuesta de las cosas que mas se averguenzan es de hablar dormidos en clase.

FracasaDove

Recuerdan la campana publicitaria de Dove, la belleza real? Bueno, aca estan en lo mismo, pero me temo que no debe ser tan exitosa: la gordita se ve normal y la que se supone es la vieja, se ve de unos de treinta, por mucho.

El Espiritu Japones

Ven el mensaje en la camiseta de esta desprevenida tokiota? Dice "Growing" (Creciendo). Ese es el espiritu.



Piernaslocas

Una milenaria tradicion de tenderse en el piso en seisa (posicion en la que el peso del cuerpo es soportado por las piernas de la rodilla para abajo) ha dejado una marca indeleble en los japoneses. Anos de botas ortopedicas para encintrarme aca con que no habia problema.

Conteniendo la rabia de Mama

"Por que arrastra los pies? Camine bien si no quiere que le..." es un sufrimiento legado que cuesta trabajo reprimir. Pero, ni modo, si se pasa la mayor parte en pantuflas no podia ser otro el resultado. Y a esto hay que sumarle que si arrastras los pies con las puntas hacia adentro te ves mas kawai (tierno), entonces todo se ha perdido.

Conteniendo la rabia de Mama 2

"Me hace el favor, si se va a poner a montar cicla, y se cambia esa falda que se le ve todo o no sale". Por aca no se escucho. En este punto si me encuentro dividido.

El Espiritu Japones 2

Una buena costumbre. Cuando uno tiene una tarea apremiante no te desean suerte ni te dan esperanzas. Te dicen que perseveres.

Recibo el recibo

Para pagar mi cuenta del gas, primero recibi un recibo en el que me decian que ya venia el recibo; luego un recibo que decia por cuanto iba a ser el recibo y, al fin, el recibo. Por fortuna solo le reciben el dinero a uno con este ultimo.

Internet del Primer Mundo 3

A un vecino del tercer piso lo citaron ayer de la compania. Dos meses despues de haber aplicado, el cable llego a su computador. Pero, cuando quiso navegar, no pudo. Le explicaron que ya tenia el cable pero faltaba la senal, que en unos dias. Creo que estan abriendo la llave.

martes, junio 06, 2006

Tokyo en las Nubes

a Rafael Chaparro, QEPD
(El mundo es un pañuelo,
incluso el de los muertos)

Mucho me tomó escribir las pocas líneas que podrá tener este mensaje, pero casi siempre nuestra primer vez es traumática, así que era de esperarse. Lo que pueda decir ahora o en el corto plazo sobre Tokyo no la abarcaría, así que al fin decidí no esforzarme.



Una ciudad puede ser la máxima representación de la sociedad o algo superfluo. Creo que ambas al tiempo. Cualquiera que se haya quedado observando por largo rato un paisaje bonito puede entenderlo: nos rehusamos a dejarlo atrás porque sabemos que cuando nos demos la vuelta nunca jamás será igual, sin importar las fotos o videos, pero, en últimas, son sólo rocas, tierra, árboles, agua, cosas comunes. De esa manera, Tokyo resbala por entre los dedos.

Cuando uno piensa en Japón generalmente lo primero que viene a la mente es una montonera de gente, lo cual es evidente en casi cualquier parte del país. Y su ciudad capital, con la cantidad de recursos con los que se imaginaran que cuenta, pues se dedica a dar todo de sí por que esto sea lo mas llevadero posible. Por eso, básicamente, a la ciudad ya le echaron el segundo piso (incluso el tercero y, en algunos lados, el cuarto).



A ras de tierra encontramos buses y automóviles, en el segundo un primer nivel de autopistas y los trenes , en el tercero autopistas mas rápidas y, coronando el conjunto, el esplendoroso tren bala. A esto debemos añadirle la compleja red de subterráneos que recorren la ciudad en lo profundo (hasta siete pisos para abajo) y los transportes fluviales y marítimos que también están a disposición, para suponer la monstruosidad de la mole. Sin embargo, con un poquito de suerte, inteligencia, sentido de la ubicación y paciencia (o un buen guía) se puede llegar a donde se quiera.


Al contrario de lo que es común escuchar, no me pareció que a la ciudad le faltase verde. De hecho, caminé por un espacioso parque en el que se encuentra un templo muy representativo, casi en el centro de la ciudad (o lo que me dio la impresión de ser central, aunque podría estar bastante equivocado). En algunas partes, algunos árboles que se habían visto cercenados por su incontrolado crecimiento, incluso presentaban curas en sus muñones. Una muestra de la sensibilidad japonesa.

Pero la gente definitivamente es otra cosa. En primer lugar, mientras que Sendai es una ciudad donde aun los extranjeros no son tantos, y por lo tanto se les mira con cierta aprehensión, en Tokyo ya les son indiferentes (como supongo deberá acontecer en cualquier capital del mundo que no este bajo amenaza terrorista). Así las cosas, observarlos no es difícil, y producto de mi primera impresión, puedo decir que de cierta manera los compadezco.

Esta ciudad no te pide que guardes las apariencias. Te lo exige. Te subyuga. La tensión consumista alcanza su máxima expresión, la modernidad desenmascara al común camaleón, la masa amenaza la identidad, Entonces son tantas las presiones que se deben desfogar con ciertas expresiones: como los otakus, la gente que se viste como personajes de animación, los tostados (gente que anda por ahí como si viviera en el melgar del primer mundo), los estrafalarios (tienen otro nombre, dieron origen a los tostados, conservan las ropas recargadas pero no se broncean), los góticos, los hyperyupis expresados en automóviles, motos o demás accesorios costosos, los compradores compulsivos, y todo un conjunto de tendencias que espero ir tocando a la medida que se me crucen en la cotidianidad.

Se preguntarán, entonces: no se preocupa el estado, los adultos, no se, alguien, por esta estridencia, por esta juventud tan loca, esta perdición? Pues yo creo que no porque, y este ha sido el descubrimiento más fascinante y terriblemente sobrecogedor al sol de hoy, a el más mínimo gesto de su alteza el emperador, o quien quiera que esté en posesión de tal poder, todos trabajarán como si fueran uno, todos harán caso. Las implicaciones que esto tiene son innumerables, pero serán material para otra ocasión.

Cerrando en circular, una pequeña anécdota sobre mi relación con el paisaje: hace tres días, mientras caminaba en la noche a la estación central a tomar el tren de regreso, un grupo de europeas (o gringas, bueno, monas) daban las gracias a alguien y en seguida salieron corriendo en medio de una algarabía molesta; mire a mi izquierda y una japonesa que llevaba mi mismo rumbo me dirigió una mirada que no me esperaba, mirada que duró una fracción de segundo, en la que pareció totalmente natural y a la cual asentí de igual manera, pero que hasta hoy me tiene estremecido, esa mirada que en ese momento no podía significar otra cosa que “extranjeros tenían que ser”. Es un comienzo (espero, digo, nunca dejaré de ser extranjero, pero un turista…).

Desde un lugar al Este al que se llega por el Oeste,

panÓptiko

sábado, junio 03, 2006

Puente sobre el rio Hirose

Pasa sin pasar
Como un silencio de Heráclito
Una página en blanco de Borges
Dejándonos a todos satisfechos
Incluso al puente
Que hace años es un recuerdo