miércoles, diciembre 27, 2006

Especiales pOp-Up: Viles Engendros del Espacio Exterior

De espaldas a la sociedad:
el drama interior del espacio exterior

Todo comenzó hace muchos años cuando vivía en Venezuela y seguía de cerca las peripecias de Ultraman. Son tiempos inaccesibles en mi cabeza, de los cuales difícilmente recuerdo la ciudad de Caracas, pero sí ese dinosaurio nefando, o ese calamar intrépido que amenazaba con destruir la preciosa civilización que el magnífico equipo científico protegía con su vida. Bueno, con la de Ultraman, cada vez que el bicho adquiría dimensiones inconmensurables.

Maléfico gorrión cocinero en festival de la Hoja Azul,
Avenida Josenji, Sendai

Ahora me pregunto que influencia pudieron tener en mi tierna formación estos abnegados japoneses, científicos capaces de las más grandes proezas por el bien mundial. Tal vez a ellos se deba en buena parte mi fascinación por la ciencia y, por otro lado, por estar familiarizado con ellos, creo que nunca se me hizo raro ver a gente con ojos rasgados por la calle, ni los señalé o incomodé con la mirada. (Supongo que entienden que lo contrario me pasa con frecuencia por estos lares)

Tremebundo engendro cúbico en campaña de beneficencia,
Shibuya, Tokyo

Luego vino la época de la perubólica, y otro desafío de legiones infernales amenazando la pacífica existencia terrestre. No se cuantos recuerden a Liveman, pero para mi marca el cierre de mi relación honesta con el sentai, que así se conoce a este genero de entretenimiento. Se trataba de un grupo de estudiantes con habilidades en artes marciales – y danza coreográfica – que, cuando la cosa se ponía ruda, disponían de un robot para enfrentar un sin fin de engendros, hechos a partir de cualquier objeto imaginable, agigantados cuando casi se les daba por vencidos, gracias a los poderes de los misteriosos – y, de paso, andróginos - doctores malignos. El detalle del robot, que se llevo no sin resquemor la trusa gigante, vino a rememorar los buenos tiempos de Mazinger, Dínamo o el Vengador, de los que no se si algún día hablaré.

Sádica gotita discute con su "manager",
zona "comercial", Sendai

(Para contextualizar al lector que aún no sabe de que estoy hablando, de este género – copiado y más bien “de generado” - es que vienen los power rangers)

Héroe promedio saluda desde su triciclo promocional,
Shibuya, Tokyo

Al poco tiempo de llegar, dentro de las personalidades que decoran la rutina diaria, me fui encontrando aquellos villanos del sentai de mi infancia. Como era de esperarse, son menos feos de cómo se veían, y un poco más flacos – la cámara siempre te sube unos kilitos. Tampoco se dedican a hacer el mal, mas bien son buenas personas; aprovechan su grado de recordación e imagen para impulsar productos y eventos que pocas veces coinciden con su esencia, pero a los cuales se acoplan rápidamente. Porque ¿qué hay que no podamos identificar con una reina de belleza o un vil engendro del espacio exterior?

Diabólico oso relajoso frente a edificio de maquinitas,
Akihabara, Tokyo

Por lo pronto yo, amante de las causas perdidas, me les uní por un rato, para acabar con los estigmas y ponerme en sus zapatos o, mejor dicho, en su cara.

Activista

Espant oso

panÓptiko

martes, diciembre 19, 2006

Una Propuesta Modesta

Reproduzco parte de la columna de esta semana de Alejandro Gaviria, mi blog colombiano de cabecera, haciendo eco a la propuesta del autor, con la que me siento plenamente identificado, aunque lejos de poder llevarla a cabal cumplimiento en el corto plazo. Los invito a leer la columna completa (haciendo clic en el título de este post), a hacer sus comentarios en cualquiera de los dos - traeré acá el comentario que hice y lo pegaré a su vez, para no desencajar - , y a pensar seriamente la cosa.

"Quisiera aprovechar esta columna para hacer una propuesta sencilla. O para plantear una mera inquietud. La propuesta no pretende alterar el contrato social. Ni propiciar un cambio institucional. Ni instaurar un nuevo modelo económico. El objetivo es más modesto. Se trata, en general, de una invitación a hacer justicia social con nuestras propias manos (o bolsillos). A quitarle al Estado el monopolio de la redistribución. A intervenir voluntariamente un mercado específico. A no respetar los términos de intercambio. A pagar más de lo que toca.

"Si el lector quiere conocer los detalles de la propuesta, lo invito a leer de una vez el último párrafo de esta columna...

"Así las cosas, no estaría de más pagar algo más. Y en eso consiste, precisamente, la esencia de mi propuesta. En dar propinas abundantes a los proveedores de servicios personales. Hasta que duela como dijo recientemente el filósofo Peter Singer. En pagarles 20, 30 o 70% más a las empleadas domésticas. En no negociar hasta el último peso del precio de los servicios de niñeras y tramitadores. En remunerar generosamente a quienes nos facilitan la vida con su trabajo. Y a quienes les pagamos apenas una fracción de lo que estamos dispuestos a pagar. Para que así, con el tiempo, los servicios personales sean lo que deben ser: una mercancía que se compra y se vende, y no una forma velada de esclavitud."

Fuera de programa,

panÓptiko

viernes, diciembre 15, 2006

Entremés Mascótico

Si me dedicara simplemente a hacerles post con comentarios con cada cosa loca que me encuentro o, para restringirlo un poco más, con las que guardo en registro fotográfico, creo que podría subir algo todos los días. Pero hay ocasiones especiales como la reciente visita al alquiler de películas, que rompen mi inercia.

Fuera de la intrincada experiencia de encontrar algún título, la aún inexplorada extensa zona de pornografía – confortablemente aislada y llamativa – y todas las otras peculiaridades que se puedan imaginar, el siguiente hallazgo me dejo sin aliento, obligándome a huir ipso facto.



Para el señor Freddy que hace rato me preguntaba al respecto. (Sigan el link, en inglés, para ahondar en esta interesante rama del conocimiento, antiquísima de por sí, de la cual deviene el vulgar yoga que ahora los humanos osan practicar)

Sobándose el abdomen,

panÓptiko

sábado, diciembre 09, 2006

el blog y yO

Canal de Zhouzhuang, China

Una vez volví de China, estaba resuelto a colgar un artículo cada semana, incluso más seguido. Pero, como siempre, la vida se encarga de acomodar nuestras promesas a nuestras capacidades. Solamente logré subir la frecuencia cuando empecé a colgar videos. Sin textos que los acompañasen, se me hizo que no tenía gracia. Vino entonces un artículo de Ricardo, y una serie de comentarios en un par de blogs, que me dejaron pensativo acerca de a utilidad de estos espacios virtuales.

Lo primero que me pregunté fue ¿pertenezco o no a la comunidad de blogs, o blogosfera? Pensaría uno que por el solo hecho de tener un blog uno pertenece a ella. Pero si se mira con detalle, el hecho de existir no te hace miembro. Debes leer otros blogs, participar en sus discusiones, publicar con frecuencia y con audacia, de manera que se vaya formando un público, proceso que requiere tiempo y esfuerzo. Además, si quieres ser popular, se debe hablar de ciertos temas, aparecer en ciertos sitios y desarrollar una estética. Se trata, pues, de tener otra vida.

Desafortunadamente sólo tenemos una, existimos en un solo lugar y tiempo a la vez. Así que todo el tiempo que le dedique a este espacio se lo quito a la vida real y, carajo, no vine tan lejos a pasármela conectado. Para escribir sobre la vida, primero hay que vivirla.

Se hace necesario desagraviar a los asiduos alimentadores de blogs, a quienes respeto de manera especial. Los clasifico en dos tipos, que en algunas ocasiones se confunden: quienes viven de sus blogs, o de una actividad asociada a la necesidad de emitir opiniones – léase periodistas, economistas, historiadores, etc. -, y están aquellos que sufren de algún trastorno psicológico o social, el cual compensan con el ejercicio del grito electrónico – a todas luces positivo por lo económico y práctico de la terapia (¿o sedante?). Repito que me refiero a los publicadores patológicos, aquellos que desbordan nuestra capacidad asimilativa, para no herir susceptibilidades.

Entonces, ¿para qué escribo este blog? Al final entendí que, como Gabo, escribo para mis amigos, y que en su soso, disperso y enrevesado hacer, lo único que quiero es transmitirles más allá de su contenido, todo lo que se pierde al no poder encontrarnos físicamente, la mutación de mi esencia. Quiero hacerles compañía.

Bueno, yo y los espantos del caribe.


Escribiendo el siguiente post,

panÓptiko

Propagandas:

En el blog que tenemos algunos compañeros de la universidad y un profesor, acabo de pegar un trabajo que hice sobre las leyes y las normas en Japón, para el que le pueda interesar. (Pido excusas pues está en mi mal inglés)

De unos posts para acá, si sus comentarios piden una respuesta he procurado darla, para que revisen sus comentarios cuando pasen.

Y, por si acaso, quería dejar dicho que si mi intención fuera no contradecirme, hubiera esperado a estar bien viejo para empezar a escribir.

jueves, noviembre 23, 2006

Lecciones del Troglodita – Colección Primavera Verano

Advertencia: El contenido de este artículo puede resultar no apto para estómagos débiles. Absténgase de continuar si ese es su caso. Mas si decide arriesgarse y sufre algún revés, literal o psicológico, no olvide dejar constancia en los “mordiscos” al final de la nota.


Ya se fueron los primeros seis meses de mi vida en solitario – como los cantantes. Con ellos algo más que las estaciones. Un cóctel de calores, humedades, nudismos, moronas, pelos, platos sucios, y otra infinidad de ingredientes, se llevó los mitos de la apocalíptica partida de casa, dejando el legado de milenios de humanos sobreviviendo sobre la tierra marcados en mi memoria, si es que no en el cuerpo. La mayoría de enseñanzas encajarían en lo que se conoce como Salud Pública – tema al que le dedico mis ratos libres -, aunque otra parte podría ser sentido común. Sospecho que, de alguna extraña manera, están estrechamente ligados. Tal vez digo tonterías, puede que el sentido, por común, este ligado con todo. Sin más vueltas, para todos ustedes, después de haber triunfado por generaciones de salvajes en las mejores pasarelas, mi Colección del Troglodita, pret-a-porter haru-natsu 2006:


Una araña puede ofrecer muchas ventajas como compañera de cuarto: decorar un rincón inalcanzable, mantener los mosquitos a raya o hacerte compañía mientras teje. Pero cuando le da por hacerte un cubre lecho es hora de que se vaya.

Aquellas cosas que mi mamá sabía cuando debían sacarse a lavar al ojo, penosamente se entienden con la nariz.

Un saco de dormir que está diseñado para brindar abrigo hasta menos 10ºC, tiene en cuenta que usted utiliza un mínimo de ropa. No tanto por cuestiones térmicas, como higiénicas: la grasa corporal lentamente va cubriendo la superficie interior del mismo, de manera que, con el calor, empieza a adquirir un olor, por decirlo de alguna manera, característico.


Existe un tipo de baños en Japón que tienen una pequeña caja de inspección justo debajo del sifón, la cual requiere un mantenimiento periódico. Claro que es viable esperar a que avise, devolviendo el agua proveniente de la ducha, y así disfrutar de un bello encuentro con tu alter ego de pelo.

Las sillas de cuero, o sus similares, no están diseñadas para estar en contacto con la piel durante largos periodos de tiempo. Esto debió ser aprendido después de haber ido a tierra caliente con toda la familia.

Las toallas no son eternas como imaginaba, ni se les pega lo limpio que uno quedó.


Convivir con bichos es una fuente inagotable de enseñanzas. Te hace pensar en tus prejuicios, en actuar sin distingos de raza, color o número de patas. Sin embargo, hay diferencias irreconciliables, como tener un gusto por los bolsillos, con sus inevitables consecuencias.

El dispositivo que retiene los sólidos del lavaplatos no sólo evita que ellos atasquen la tubería, también que se pudran dentro de ella, librándonos de sus hedores. Pero nada de esto tiene sentido si se pudren EN el dispositivo.

Sólo la magia de la naturaleza, concentrada en un escurridizo pote de mayonesa, puede brindarnos espectáculos tan majestuosos. Disfrutemos:


La ropa interior tiene más utilidades de las que uno llega a concebir en su confortable vida en familia: además de mantener las cosas en su sitio, protege de posibles machucones o de esas chispas de aceite hirviendo que saltan cuando se prepara un huevo. También evita que aquellos pequeños fallos de cualquiera – o cualquiese - de los esfínteres llegue a sitios indeseables, reduciendo el área efectiva a lavar.

Los hongos, como el fuego, necesitan de combustible, oxígeno y la oportunidad, para apoderarse de tu territorio. No importa el material ni la topografía de la superficie. Una gota que escurrió por la puerta de la nevera es suficiente, tus secreciones en una funda de almohada guardada es un error imperdonable. El baño… el baño siempre será compartido.

Tarde o temprano se termina por entender que cualquier intento por innovar en la culinaria de un sándwich de jamón y queso no es sino un capricho infructuoso.


Entre los aplausos del público y de los modelos,

\(-3-)/ panÓptiko \(-3-)/

viernes, noviembre 10, 2006

República Pop: El sello Terracota (Segunda parte de la Trilogía del Miedo)

Primera parte aquíHordas furiosas listas para el ataque
(momento inmortal)

Sentado en su silla ordinaria, en medio del tumulto, perdida la memoria en sus recuerdos que llenan la mesa, el anciano parece lamentar algo profundamente. ¿Encerraría alguna maldición aquella tumba de barro? ¿Tendrían acaso un código oculto los miles de guardianes resquebrajados que ahora le condenan a su misma servidumbre? Tal vez ni él lo sepa. Quizá a el majestuoso ejército de inmortales a su alrededor no le haga falta una inscripción para subyugar. Entonces, le pasan otro libro y él firma.

Sus ropas son austeras, roídas, ocres, como las docenas de cajas que amenazan con sepultarlo a su espalda. Su presencia parece datar de los días de su hallazgo, la imposición de su sello avejenta los DVDs que le van pasando distintas manos sin dueño. Da igual, todo lo transforma en piezas de museo, reliquias para decorar las repisas de vanidades que olvidan los turistas en aquellos lugares de los que escapan, es decir sus vidas.

[mala] Compañía No. 8
(fila inmortal y lengua, composición)

La gente dice que le pagan una miseria, o que no le pagan, que le toca caminar todo el trayecto del inmenso parque en el que están los guerreros, lo que a su edad debe ser un martirio; dicen también que vive mal, que no tiene vacaciones, pero ¿qué diablos sabe la gente? ¿Acaso da entrevistas, o su vida es objeto de la inquina investigativa de las revistas de farándula? O , incluso, ¿cuál es el valor agregado de la ancianidad del descubridor ante los 2000 años del monumento? Sueño que en su introspección maquine una venganza: que al morir pida ser disecado, en su silla, que le instalen una bisagra en el brazo para que la gente se ponga sus propios sellos, y que con el grotesco espectáculo de su presencia ‘aterracotada’, nos disuada de seguir buscando al gran Qin, su señor, cuya tumba sigue aún inalcanzable. Hacen bien el trabajo sus soldados.

En el autobús, de camino al lugar, en medio de las caóticas y polvorientas carreteras de la provincia de Xi'an, en el corazón de la República, el esperpéntico guía de turno nos advierte que el anciano sufre una enfermedad en sus ojos. Los videos y las fotos en su pequeño recinto junto a la sala de proyecciones están totalmente prohibidas. Un imprudente le apunta con su filmadora. El anciano empieza a gritar desesperado, se tapa la cara con un cartón que tiene a la mano; son sus gritos roncos y graves, aterradores, dan la impresión de encerrar un significado en la oscuridad apabullante del mandarín. Me tapo los oídos y busco con la mirada a la guía. Ella sigue impasible, como acostumbrada a los rugidos de una bestia que hace rato cuida. No lo soporto y huyo, mientras con el rabo del ojo veo como miembros de seguridad interceptan al hombre.

Hoy, meses después, pienso que podría ser distinto. ¿Qué daño le provocará la simple exposición al lente de una video cámara? ¿No tratará, más bien, de ocultarnos algo? Sería imposible para mí describir sus rasgos, compartirlos con ustedes, o con alguien que haya ido en otra ocasión. Pero, ¿no podría revelar un detallado análisis de fotos capturadas en distintos días pequeñas diferencias que hagan dudar de que se trate de la misma persona? ¿no podría ser la oportunidad para que cada inmortal viviese aunque fuese un día fuera de su cárcel mineral y conociera el mundo a través de los ojos de los turistas de todos lados del mundo que diariamente van a visitarlos? Uno nunca sabe con la inconmensurable y misteriosa República Pop. También podrían ser varios viejos distintos que se rotan el trabajo, y que ahora estén jugando dominó.

Amigo terracota
(encuentro inmortal)

En medio de una intriga otoñal,

panÓptiko sin miedo.

jueves, noviembre 02, 2006

Torta de Pan

Constante atardecer en la montaña


Anoche tuve un sueño triste. Bueno, feliz en su momento pero devastador al abrir los ojos. Después de varios años, volví a jugar con Pegaso. Además de la nostalgia inherente, el recuerdo trae consigo una contrariedad. Desde que investigo sobre el sufrimiento de muchos alrededor de la Tierra, amar a un animal se torna criminal, genera culpa.


En mi defensa debo decir que todos los mamíferos compartimos un legado de dependencia materna, y con ello un sentir político. Van juntos porque la indefensión de un parto requiere del apoyo de un grupo, involucra una familia, una puja. Según la posición se accede a ciertas comodidades, se juega la vida, y no se trata de ganársela a golpes, cuentan caras, ojitos, aullidos, monerías. De simpatizar, obedecer, enfrentar, incluso traicionar o abandonar, en el momento correcto al ser indicado en el ambiente preciso puede depender mantener este arreglo de átomos moviéndose por sí mismo.

Y es precisamente en el ejercicio inter especies de estos juegos que entendemos cuan básicos somos, que tan fácil es ser manipulados y lo dispuestos que estamos a ello.

Debo agregar que se trata de una necesidad, no de un capricho o una niñería, una en la que no siempre tenemos éxito. No necesito enumerar acá los miles de choques sociales que sufrimos durante toda la vida. Mas para todos ellos, nuestros queridos mamíferos siempre están para consolarnos; a su manera, por poco o nada.

Se que suena egoísta, pero creo que es una alternativa que salva vidas, reduciendo inadaptados o conteniendo psicópatas; cualquiera que sea el que llevemos dentro.

Sin más, los dejo con un cuento que escribí en el primer aniversario, para que la letra esté menos muerta.

Torta de Pan

Mamá dejó el plato en la mesa y vino hasta el sofá en el que yo veía televisión. Con ella un aroma dulzón, un recuerdo. Mamá se sentó y tomó mi mano. La examinó como asegurándose de que era yo, su bebé, el dueño de esa mano gigante. Yo tampoco pensaba en lo que sucedía en la pantalla. El olor recorría mi cabeza y me devolvía en el tiempo. Permanecimos un rato en silencio.

Cuando una lágrima de Mamá me alcanzó, ambos nos decidimos. “¿Ya?”. Ella asintió. Diez años para decirlo de nuevo: “Está servida”, dejó despacio mi mano y se perdió en su alcoba. Apagué y caminé hacia la mesa. Estaba ahí, paciente, una buena rebanada, tal vez una cuarta parte, enfriándose en mi puesto. Un hilillo de vapor se elevaba de la rebanada hasta hacerse difuso y omnipresente. Lo seguí hasta mi silla. Agarré la cucharita y la sostuve en el aire como si fuera una ejecución, yo el verdugo, y el filo reluciente no tuviera otra opción que arrebatar una vida. La enterré toda, de un solo tajo. El bocadillo brotó espeso de la herida, escandaloso, haciéndose charco en el plato. Contemplé el cuadro en silencio, sin aventurarme a consumarlo. Poco a poco el mundo recobró su quietud mientras yo la perdía y lloraba cómo lo hubiera hecho hace todos esos años, cuando no sabía, cuando no podía imaginar ese amor sin límites, esa devoción, cuando no alcanzaba a comprender la felicidad de las pequeñas cosas y me complicaba la vida con prejuicios y estupideces. La certeza reposaba aún en la cucharita y tenía que tragármela. La masa se hizo compacta e insípida ante le fuerza dulce con la que el bocadillo se apoderó de mi boca, mas sin opción alguna, juntos fueron una sola cosa ahí adentro, pasaron a ser parte de mí. No encontré consuelo. Esas cosas pasan en la vida y tenía que aceptarlo.

Después del primer bocado, el resto fue cuestión de inercia. El complejo amasijo color caramelo terminó por desaparecer con sencillez tras su difícil concepción, para la que fueron necesarios: un horneado preciso, obviamente un horno, un molde, polvo de hornear, bocadillo, pero sobre todo, pan. Pan duro, pan viejo, pan acumulado por días, semanas, meses en los que no dejé de rogar al cielo que volvieras por él como siempre, como lo hiciste durante nueve años, mi querido, y por fin alado, Pegaso.

a mi perro, que feliz y libre sea
dónde quiera que esté

Cielo como dibujado en el camino

Debo admitir que tampoco fue un buen día.

Dame tu fuerza, Pegaso,

panÓptiko

martes, octubre 31, 2006

Tomemonos un tinto, seamos tomodachis

La maquinita de la cafetería, yo invito.

viernes, octubre 27, 2006

Pinguinos en Asahigaoka

Un nanosegundo, dos nanosegundos

Ayer me dio por preguntar por qué en Japón la gente no pita en los semáforos cuando el carro de adelante, con el semáforo en verde, no arranca. La verdad, eso salta a la vista apenas sale uno del aeropuerto, pero toda un discurso sobre civilización y desarrollo le castra a uno las preguntas simples. Sin embargo, la respuesta que obtuve fue bastante distinta de lo que me esperaba: resulta que hasta hace algunos años esta práctica si existía en estas tierras, hasta que un día un conductor pitado dio vuelta a su vehículo, le pidió al conductor afanado que bajara su ventanilla y le metió una cuchillada. Desde entonces, los pitos cesaron.

Aunque no he verificado la historia, conociendo la actitud hacia la seguridad de esta cultura, no me parece inverosímil. En la medida de lo posible no se toma ningún riesgo, y los que lo hacen son unos antisociales.

Y hablando de antisociales, un video de hace una canción que causó furor hace unos años. Yatta!

Esperando a que se mueva el de adelante,

panÓptiko

jueves, octubre 19, 2006

Como en casa

En la edición electrónica del Japan Times de hoy me encuentro con la siguiente noticia:

"Comatose woman in labor rejected by 18 hospitals dies"
(Que, con traducción de película gringa refrita, sería algo como: Mujer en coma tras parto, muere después de haber sido rechazada por 18 hospitales".)

La agonía duró (afortunadamente) alrededor de 6 horas, tras las cuales fue aceptada en un centro hospitalario, donde batalló por otros 8 días. Supongo que los dieciocho hospitales de la noticia dijeron por teléfono, con toda la cordial impotencia del caso, que lamentablemente todas sus camas estaban ocupadas o alguna otra excusa. De manera que estoy casi seguro que no hubo ninguna ambulancia de un lado para otro, ni una camilla forcejeada, como recuerdo sucedió en varias ocasiones en mi querida patria.

Sin embargo, los titulares hubieran sido idénticos.

Varias lecciones: la universalidad de las papas calientes, así como de la naturaleza humana. Utilizan nuestra proclividad por el morbo para vendernos lo que sea, y la política...

Flores vivas, con todo su bello marchitar, para todos,

panÓptiko

En busca del rostro del Dios de la Longevidad,
Palacio de Verano, Beijing, China

miércoles, octubre 18, 2006

Apéndice de Borges


De todas los posibles símiles que uno pueda imaginar entre mi vida y la de Odiseo, hay uno que no podía dejar pasar sin comentar:

Acá no hay ninfas sino ninjas.

Emproblemado,

panÓ“ptiko

domingo, octubre 15, 2006

Abro la Obra Poética de Borges y leo

El Desterrado
(1977)

Alguien recorre los senderos de Itaca
y no se acuerda de su rey, que fue a Troya
hace ya tantos años;
alguien piensa en las tierras heredadas
y en el arado nuevo y el hijo
y es acaso feliz.
En el confín del orbe yo, Ulises,
descendí a la Casa de Hades
y vi la sombra del tebano Tiresias
que desligó el amor de las serpientes,
y la sombra de Heracles
que mata sombras de leones en la pradera
y asimismo está en el Olimpo.
Alguien hoy anda por Bolívar y Chile
y puede ser feliz o no serlo.
Quién me diera ser él.

JLB


En el confín del orbe yo,

panÓptiko


Sendai desde la Montaña de la Hoja Azul sin tripode

martes, octubre 10, 2006

Por el Spam que envíes serás medido



El Spam es el detritus que inunda el sistema de correos electrónicos. Para mis lectores menos avezados, Spam son todos aquellos mensajes que no quieres ni te importan, pero que igual llegan y saturan tu bandeja de entrada. Son la interferencia de una radio mal sintonizada, el ruido de un trancón. Es la antitesis de la información, epítome de una sociedad que se llena de medios pero no de fondos, que dice pero no escucha, ni siquiera a ella misma. Si es usted uno de aquellos utilizados por el spam para multiplicarse, por favor deténgalo y deténgase (en ese sentido, se comporta igual que un virus, algo de “vida” tiene).

Todo esto para una corta anécdota de estos días.

Un muy querida amiga que poco me escribe, atinó a incluirme en la larga lista de correos a la que remitió un mensaje titulado “Posiciones cochinas”. Imagino que la mayoría de ustedes lo conocen. Se trata de un mensaje con animaciones de un lechón haciendo distintos ejercicios aeróbicos. Sin comentarios.

De eso ya más de tres meses. Como nunca nos escribimos, pasé por alto el contenido del mensaje, dando como positivo el hecho que me contactara, y dejé el correo en la bandeja de entrada para no olvidar contestarle. Ayer, en un momento de distensión me decidí a contestarle, para preguntarle las cosas básicas y aliviar el corazón un poco. Pero cual sería mi sorpresa cuando, al intentar escribir el correo, sólo ciertas ideas venían a mi mente. Lógico. Llevaba tres meses viendo su nombre al lado del dichoso título, y esas cosas hacen mella.

Con cariño,

panÓptiko

P.D. La imagen es un regalo que se ajusta a la ocasión: traducción local del aviso que especifica el tipo de residuos a depositar en la caneca de la sala de espera de vuelos internacionales del aeropuerto de Sendai.

viernes, octubre 06, 2006

Republica Pop: The Wall (Primera parte de la Trilogia del Miedo)


Nada que hacer, la vida se me pasa por los sentidos como arena entre los dedos, quedando tan pocas cosas entre las uñas que luego contadas no parecen más que mugre. Esta metáfora describe, más o menos, lo que he sentido las pocas veces que he relatado la historia de las dos semanas y media en la República Popular China. Así que doy gracias a Diego por hacer una muy buena crónica de la experiencia, y con ello doy un paso al lado para salirme del canon, dejando atrás itinerarios y su cronología, y dedicarme a lo que mis manos aprehendieron.

Hace unos años,, el primer astronauta chino en surcar el espacio miraba atento en su escotilla, tal vez sin parpadear, esperando comprobar uno de los grandes orgullos de su pueblo: distinguir la serpenteante muralla entre el uniforme paisaje que desde el espacio ofrece la tierra. Una vez de vuelta, en tierra, con un coraje inigualable, confesó lo inconfesable: no la vio. Pero, a decir verdad, eso no le quita ni le pone al mayor monumento al miedo que existe en este mundo de vanidades.

Un poco menos de cinco horas caminamos por un tramo de aproximadamente 10 Km. de muralla, a unas tres horas en bus del centro de Beijing. La primera impresión: un muro de entre dos y cuatro pisos de alto subiendo y bajando tan abruptamente como las montañas que llenaban el resto del paisaje, perdiéndose ella en dos direcciones del horizonte. De alguna manera, era como estar parado en el horizonte mismo.

Recorriéndola, con paso a cada segundo más sensato (o menos deslumbrado), se empiezan a distinguir las particularidades del diseño. La muralla tiene, como diría mi mamá, un derecho; un costado desde el que se apostaban los vigías y se podrían guarecer guerreros para defender el imperio; del otro lado, espacios más amplios, accesos abiertos, quizá para transmitir mensajes y facilitar reacomodamientos. Cada cierta distancia se encuentran torres, generalmente en cimas o puntos de quiebre, en los que se pueden distinguir habitaciones y espacios para las provisiones. También existen puertas al campo enemigo, ellas son mucho más estrechas, no más de dos hombres podrían pasar al tiempo, las cuales se encuentran dispuestas a manera de foso, de modo que una vez cruzado el umbral haría falta subir unas escaleras para estar verdaderamente adentro, dando la oportunidad a los guardias de acabar al enemigo sin enfrentamiento cuerpo a cuerpo.

Luego de dos horas de caminata, de escarpadas subidas y bajadas, mirando hacia el enemigo, uno empieza a fantasear con él. ¿Qué clase de criatura sobrenatural asechaba al imperio chino capaz de sobreponer cuestas tan intrincadas con aliento para lidiar una batalla? ¿Era tal el poder de los magníficos mongoles? ¿Tal la entereza de su afamada caballería? Tal vez, pero seguro no eran ingenuos, no se iban a desgastar por unas cumbres sin sentido, con todo en su contra. ¿Entonces, qué es verdaderamente la muralla? Un monumento construido sobre los cadáveres de miles de chinos, una advertencia al enemigo sobre lo que eran capaces sus constructores, la diadema del imperio.

Al final del recorrido, un río rompe la unidad de la muralla con inocencia; casi parece una broma. Después de cuatro horas de adoctrinamiento de la muralla sobre la grandeza de las gentes a las que representa, incluso de la raza humana sobre la faz de la tierra, viene la naturaleza a ponernos en nuestro sitio. La mole se torna vana y recordamos que los muros no nos ponen a salvo sino que crean a nuestros enemigos.

Ojala mis hijos, o mis nietos o sus similares, tengan la oportunidad de pasearse un día del distante futuro, con el mismo desparpajo, por entre las ruinas de las grandes murallas de nuestros días y los que están por venir - arsenales nucleares, muros fronterizos, alambres de púas – que lo hagan con unos buenos amigos y celebren los pequeños triunfos de la trágica condición humana.

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Edictos Imperiales

Gracias por los mensajes al correo electrónico. Pongo la excusa de mis ocupaciones y todo lo que dejé botado por irme un mes de vacaciones. Intentaré dar respuesta a ellos en algún punto del futuro cercano.

El resultado del concurso sigue en veremos porque el verano añadió un nuevo ingrediente al problema: todo está lleno de hongos. Así que aún no me he podido sentar a intentar cada una de las estrategias.

Estoy intentando mejorar el lugar (gracias a Olavia, los chinches me enseñan cosas), así que esperen cambios. Por ahora ya tengo profile, y los links de otros salvajes. Para los que les interese, también empecé a administrar un blog académico en inglés de una de las materias de la maestría. Ahí pueden encontrar otra semblanza interesante sobre China y Japón comparadas (por favor, comentarios sobre mi inglés arrastrado háganlas a mi correo para corregir cuanto antes).

De nuevo gracias y monerías

martes, septiembre 26, 2006

Hacer oficio


Regresar tiene un nuevo sentido después de las primeras vacaciones de verano de mi vida. O quizá deba decir que precisamente se trata de lo contrario. Soy conciente de que el asunto es bastante prematuro, pero en parte de eso se tratan los blogs: lugares de desahogo, de contradicción, de desvarío. Una semana anduve por Hokkaido, la más boreal de las islas principales de Japón. Luego un pequeño intermedio de dos días en Sendai para embarcarme en dos semanas y media de histeria en la inmensa República Popular China.

Los detalles de estas aventuras de seguro vendrán con los días, lo prometo: tal vez en forma de posts o conversaciones esporádicas que tengamos. Mas, por el momento, me apremia compartir los resultados trascendentes de tales travesías.

El de hoy es quizás el más trivial, aunque todos podrían ser menospreciados por su obviedad. Una vez decidí dejar de lado la exactitud de la ciencia y la proximidad de la ingeniería, lo hice por una vocación que siento hacia las letras. No fue cuestión de cambiar uno por otro, sino que en su conjunto me encuentro más yo.

Sin embargo, rodando por ahí, entendí lo irresponsable que he sido al respecto hasta el momento: ¿cómo podré tan siquiera insinuar una opinión en los nuevos círculos a los que aspiro si a duras penas salió un defectuoso ensayo a lo largo de todo el semestre pasado? Incluso encuentro en este espacio una señal de mi incoherencia, por todos evidenciada en el transcurso de estos insulsos posts.

¿Sueno dramático, exagerado o, quizá, al borde del desespero? Bueno, es duro pero preciso hacerlo. A pesar de todo soy optimista (algo que no sabía hasta hace poco, gracias Masae). Hace poco leí que la vida no se trata de cambios bruscos sino de modulaciones. Casi me voy de para atrás: uno de los argumentos principales para justificar los sacrificios que acepte para venir acá finamente desbaratado en unos segundos por un autor al cual guardo un infinito respeto. No obstante, no hubo pánico. Escribir no es algo que se me haya ocurrido hace poco. Tal vez no tenga en mi haber muchos textos argumentativos, pero el gusto, algo de fuerza y prosa, por ahí andan.

Sus comentarios, además de hacerme compañía, de proporcionarme un hogar al cual volver, son parte de eso que me modula y me forja. Gracias.

Flores digitales alegren su navegar.

sábado, agosto 12, 2006

En defensa de los Hombres Increibles


Algunas de las pistas que inspiran este artículo vinieron de una amena charla de bus que tuvo ocasión hace unos meses con uno de mis vecinos. El hombre es de origen egipcio, de una ciudad en el centro del país, a orillas del Nilo; físico de profesión, dedica el último año de su doctorado a adelantar algunas investigaciones en el área nuclear.

He de aclarar primero el papel fundamental que ocupan las barreras del lenguaje en este tipo de anécdotas. Dos mundo distintos hablando en un mutuo idioma ajeno permiten que, con un ligero malentendido y las condiciones externas apropiadas, se revelen aquellas diatribas en las que se devanea el consiente en sus ratos libres.

El caso es que, por alguna razón que no recuerdo, el hombre empezó a comentarme sobre la incomodidad que sentía ante las japonesas que en ese momento nos rodeaban. Expresó su reticencia hacia esa cultura de faldas cortas y blusas estrechas. Por todos son conocidas las restricciones dentro del mundo musulmán a los atuendos femeninos, y Zacarías (creo que es su nombre, pero tampoco estoy seguro) me comentó como este choque generaba en él tensiones que pugnaban por salir, pero que él, muy orgullosamente, había logrado dominar hasta el momento. Me explicó como en su país no se fijaba en las mujeres por su físico – irónico viniendo de él – el cual se mantenía discretamente protegido, sino por el tipo de persona que era. Además, fue enfático en advertir que le era imposible casarse con una japonesa, debido al panteón politeísta del país; de manera que sólo una judía o una cristiana entrarían dentro de sus posibilidades. Siguió una nueva mirada al panorama que ofrecía el bus, con el simple objetivo de verificar su argumento.

Coincidí en lo de las tensiones y nos despedimos.

En otra ocasión, en un almuerzo con otro de mis compañeros musulmanes, un medico pakistaní, entramos un poco más en detalle del asunto. Dentro del dogma del Corán no está permitido tener novias, mucho menos relaciones sexuales prematrimoniales; la principal razón expuesta fue el problema de los hijos bastardos, su desarraigo y las complicaciones en lo que respecta a las heredades. Por lo tanto, pasan después de un proceso que aún desconozco, al matrimonio de una vez, aunque pueden divorciarse con relativa facilidad. En ese momento comprendí la magnitud del primer relato: era el testimonio de un soltero virgen pasado de los treintas suelto en la descuidada, por intentar ponerle n nombre y un adjetivo, minifaldalandia.

Con la llegada del verano, la situación planteada por Zacarías se acentúa, y un día, contemplando desprevenido el ir y venir de la gente, pensé en aquel malestar que lo aqueja, a él y tal vez a varios millones de personas sobre la tierra. La figura femenina, principalmente mostrada y escondida por los accesorios que hacen las veces de ropa, ha sido (tal vez desde siempre) instrumentalizada para lograr comportamientos o decisiones en determinada dirección. Nada nuevo. Lo que me llamó la atención fue pensar que camino podía quedar a estos amigos, bombardeados por atractivas carnes desfilantes, bien aliñadas y tentadoras, mientras se esforzaban por mantenerse fieles a su cultura; cuestión no muy distinta a la de cualquier occidental en el intento de mantener una relación monogámica en paz.

Bueno, pues llegué a la conclusión, abierta a ser cambiada, de que la clave la tienen los viejos verdes. Donde tanto es permitido ver, tanto diseñado para tentar, pero tan tan restringido lo que puedes poseer, tienes que hacer de la visión el goce máximo. Con ello se instrumentaliza su instrumentalización, sin faltar al respeto, y no se apoyan las causas comerciales que las usan de ariete. En otras palabras, ves el espectáculo, te regodeas, incluso comentas y bromeas, pero no compras la mercancía.

De la misma manera que el mote Fuji eclipsa el paisaje en la parte central de Honshu, isla principal de Japón, pero aunque se escale o se viva en él, nunca se le posee, así mismo piernas, pechos, traseros y rostros son componente vital de cualquier paisaje humano, encendiendo la biología, pero tan inasibles como el coloso del sol naciente.

Debo agradecer ciertas pistas a Proust, quien en su primer tomo de En busca del Tiempo Perdido, relata el fervor del protagonista por una joven campirana que ve en un camino donde abundan rosales que son de su más íntimo afecto, haciéndola aún más merecedora de su deseo; pero que termina por aceptar como errado ir más allá por la inevitable rotura que sufriría la mística del lugar.

No dudo que en busca de lograr este gozo se es proclive de caer en extremos viciosos por todos conocidos, morbo exacerbado, fetichismo, perversiones táctiles, pero es una realidad a la que se le debe hacer frente y educar, para que luego no sea un traspiés en el momento menos indicado, además de asegurarnos de poder disfrutar del cuerpo humano sin temores e ir corrigiendo de a pocos un modelo sexista que nos sofoca y ensombrece la grandeza de nuestra especie. Así que me voy a dar una buena vuelta y ya regreso, de nuevo a mis preocupaciones desde otro punto de la realidad, en éste, mi panÓptiko personal.

domingo, julio 16, 2006

Pre Homenaje al Abuelo del Blog


Si por algo se ha caracterizado este espacio es por no decir nada claro. No podia ser de otra manera. Jamas he visitado una ciudad, conocido una persona o comido un pan. Siempre ha sido mucho mas que eso. De manera que, sin mas, acá tienen una colección de desaveniencias, propias y ajenas, que han venido al caso en estos meses.

Con lugar a todas las dudas. el primer maestro del blog (el mio por lo menos) fue el aguerrido Nietzsche, a quien aquejaban tan severas migrañas que era incapaz de escribir textos largos.

El mundo se divide entre los que se comen lo que pisan las moscas, los que no y, obviamente, los que comen moscas.

Si tus argumentos son capaces de derrumbar un imperio, que importa que seas piojo.

El siguiente paso en la transculturalidad producto de la globalización ha sido para mi totalmente evidente: la refinación internacional de tradiciones. Me refiero al siguiente matiz de comentarios comunes: "Buenisima la comida japonesa que hacen en México", "Me gusta la música árabe que hacen en Colombia" (obviamente, se referian a Shakira).

Uno sólo puede tomarse a la ligera la vida con aquellos que no se la toman a la ligera.

La luna llena es hermosa. Un día después, también. (o algo así, proverbio japonés)

La vida es como un inodoro el cual no sabemos si va a funcionar bien o va a rebosarse, con sus consabidas consecuencias.

Cuando tengas afán, evita los atajos (otro proverbio)

Las flores son un ejemplo exitoso de una estrategia de dominación mundial por parte de las astutas plantas.

Si tuviera ocasión de hacerle una pregunta al Dalai Lama, le preguntaria por su familia, papas, hermanos, amores.

Todos los colombianos tienen el pelo crespo en Colombia? (Pregunta habitual después de que algún conocido nos ve juntos a Diego y a mi)

Seguro que se puede vivir sin conocer la estructura del ADN, pero no sospechaban Poirot y Sherlock, entre otros, que algo habia retorcido en todo esto?; y habra algo mas inclemente y agobiante que vivir con una sospecha?

La Economia es una externalidad de la humanidad

(P.D. Este post ha sido el intento de escribir un poco cada día para así subir articulos más a menudo, por lo visto, fallido)

Desde un lugar turbulento por dentro y por fuera,

panÓptiko

martes, julio 04, 2006

Epistolitis


Parece que fue ayer cuando ese prohombre de las letras colombianas contemporaneas, adlid de pendecias metafísicas y de burdel, principal entre el panteón del grupo literario que, en pie de guerra digital, se mantiene en mi amada Bogotá, Efraín Medina, se dirigió a una masa informe de morulas de escritores y los evocó a rescatar las cartas dentro de su quehacer pestilente. A continuación, volviendo en su mundo y dejando el nuestro, nos regaló la breve lectura de una misiva de su autoría, sobre un morena que lo meneaba como los pescados, o que al ver los pescados se acordaba del meneo, o algo así. (Si dentro de los lectores se encuentra alguien que haya presenciado el acontecimiento, por favor no duden en ayudarme a precisarlo).

Pues me encontré con un mail que escribí hace muy poco tiempo, que me trajo todo este grato recuerdo, y que decidí compartirselos así, en par, como vienieron al mundo a pesar del tiempo.


Subject: Yo tambien soy sentimental

Estas palabras comunes nunca fueron más perturbadoras, salpicadas de
una belleza ininteligible como la de los paisajes o la de los carritos
de paletas, que en aquella ocasión en que desgarraron la garganta del
pequeño gigante de la canción, Nelson Ned. Y con ellas quiero decir
que sigo vivo.

He escrito tantas respuestas a sus correos como veces los he leído,
pero por su imprecisión ante lo que quieren saber de mí, aquello que
dichos mensajes no han sido capaces de expresar, desaparecieron.

De esa manera escapó el Expreso Melancólico, en el que narraba algunos
problemas intestinales de estos meses; Supercampeones, donde esbozaba
las vejaciones nocturnas a las que se somete una buena porción de
citadinos, por voluntad propia al parecer, en las distintas facetas de
lo que se entiende por diversión; Quien manda a Quien, sutil pero
deliciosa sátira sobre el día a día de un joven que llega a un país
extraño a convivir con un sin fin de electrodomésticos, productos y
organismos desconocidos; Aventuras en Pantuflas, drama que se
adentraba en las más profundas motivaciones de una masa de humanos que
irremediablemente arrastra los pies por donde va; Matrix meets el
Chinche, detallada descripción de lo que los mortales de estas tierras
llaman lluvia; ¡Mira Quien Habla Ahora!, cínico entremés que relataba
las confusiones de un grupo de alienígenas que creían escuchar
japonés salir de los labios de una criatura salvaje, y un salvaje que
distinguia algo cercano a un idioma conocido en ese evolucionado
sistema de comunicación de los entes; Brizas de Melgar, conmovedora
historia de un gélido lugar habitado por mujeres de escasas ropas y
perfecto bronceado; Sueño de una Clase de Verano, retrato vívido del
cotidiano que hacer de las clases de un grupo de japoneses promedio y
sus secuaces internacionales; y Holocausto Caníbal, donde se narraban
pícaras peripecias en un lenguaje ligeramente explícito, lleno de
piernas, bicicletas y j-pop.

Como todo vallenato, este tiene dedicatoria: a la comadre, que se hace
la que no es con ella.

Tal vez algún día pueda contarles algo, en el entre tanto, que les aproveche.

Desde un misterioso rincón al que llegan las cartas pero no las personas,

panÓptiko

domingo, junio 25, 2006

Concurso Blogisivo

Hola Terricolas!

Como vivo estresado por no escribirles mas a menudo, pero ultimamente no he recibido muchos comentarios de su parte, unica forma de saber si me estan leyendo, aqui les va la siguiente pregunta de mi vida cotidiana:

Si quieren comer galletas, algunas con mantequilla y otras con mermelada, pero solo tienen un cuchillo, que es preferible, que la mantequilla quede con pintas de mermelada o que la mermelada quede con pintas de mantequilla?

La mejor respuesta se llevara un pequeno pero representativo premio; y en la medida en que no contesten me ire despreocupando por contarles mis cosas en el blog.

Perseverancia y fortuna.

Desde una turbulenta quietud,

panOptiko

martes, junio 13, 2006

Sucesos 2: Quemando paradoja

Internet del Primer Mundo

Recibi una carta de la compania de internet que pretendo contratar. En ella me decian que no encontraban mi direccion.

Lugares comunes fuera de contexto

Poco me comunico con los otros colombianos que vinimos al tiempo a Japon y, cuando los encuentro en el chat, no puedo decirles que no se pierdan. Estamos en Japon.

Estudiante Japonesa

Conoci una estudiante de maestria que investiga sobre la economia en el conflicto palestino isreali. Cuando le pregunte si le gustaba estudiar contesto que no, pero que en el futuro le gustaria trabajar como investigadora asi que estaba haciendo su mayor esfuerzo.

Internet del Primer Mundo 2

Llame a la compania. Para poder tener mi servicio debi explicarles de que color era mi edificio y cuantos anos tenia. Me indicaron que era necesario escribir mi nombre en la puerta del apartamento. Tengo la foto de una vaca en ella. Mala cosa.

Tiene clase? que duerma!

Esta tan arraigada en la cultura del estudiante japones promedio la costumbre de dormir en clase, que segun una encuesta de las cosas que mas se averguenzan es de hablar dormidos en clase.

FracasaDove

Recuerdan la campana publicitaria de Dove, la belleza real? Bueno, aca estan en lo mismo, pero me temo que no debe ser tan exitosa: la gordita se ve normal y la que se supone es la vieja, se ve de unos de treinta, por mucho.

El Espiritu Japones

Ven el mensaje en la camiseta de esta desprevenida tokiota? Dice "Growing" (Creciendo). Ese es el espiritu.



Piernaslocas

Una milenaria tradicion de tenderse en el piso en seisa (posicion en la que el peso del cuerpo es soportado por las piernas de la rodilla para abajo) ha dejado una marca indeleble en los japoneses. Anos de botas ortopedicas para encintrarme aca con que no habia problema.

Conteniendo la rabia de Mama

"Por que arrastra los pies? Camine bien si no quiere que le..." es un sufrimiento legado que cuesta trabajo reprimir. Pero, ni modo, si se pasa la mayor parte en pantuflas no podia ser otro el resultado. Y a esto hay que sumarle que si arrastras los pies con las puntas hacia adentro te ves mas kawai (tierno), entonces todo se ha perdido.

Conteniendo la rabia de Mama 2

"Me hace el favor, si se va a poner a montar cicla, y se cambia esa falda que se le ve todo o no sale". Por aca no se escucho. En este punto si me encuentro dividido.

El Espiritu Japones 2

Una buena costumbre. Cuando uno tiene una tarea apremiante no te desean suerte ni te dan esperanzas. Te dicen que perseveres.

Recibo el recibo

Para pagar mi cuenta del gas, primero recibi un recibo en el que me decian que ya venia el recibo; luego un recibo que decia por cuanto iba a ser el recibo y, al fin, el recibo. Por fortuna solo le reciben el dinero a uno con este ultimo.

Internet del Primer Mundo 3

A un vecino del tercer piso lo citaron ayer de la compania. Dos meses despues de haber aplicado, el cable llego a su computador. Pero, cuando quiso navegar, no pudo. Le explicaron que ya tenia el cable pero faltaba la senal, que en unos dias. Creo que estan abriendo la llave.

martes, junio 06, 2006

Tokyo en las Nubes

a Rafael Chaparro, QEPD
(El mundo es un pañuelo,
incluso el de los muertos)

Mucho me tomó escribir las pocas líneas que podrá tener este mensaje, pero casi siempre nuestra primer vez es traumática, así que era de esperarse. Lo que pueda decir ahora o en el corto plazo sobre Tokyo no la abarcaría, así que al fin decidí no esforzarme.



Una ciudad puede ser la máxima representación de la sociedad o algo superfluo. Creo que ambas al tiempo. Cualquiera que se haya quedado observando por largo rato un paisaje bonito puede entenderlo: nos rehusamos a dejarlo atrás porque sabemos que cuando nos demos la vuelta nunca jamás será igual, sin importar las fotos o videos, pero, en últimas, son sólo rocas, tierra, árboles, agua, cosas comunes. De esa manera, Tokyo resbala por entre los dedos.

Cuando uno piensa en Japón generalmente lo primero que viene a la mente es una montonera de gente, lo cual es evidente en casi cualquier parte del país. Y su ciudad capital, con la cantidad de recursos con los que se imaginaran que cuenta, pues se dedica a dar todo de sí por que esto sea lo mas llevadero posible. Por eso, básicamente, a la ciudad ya le echaron el segundo piso (incluso el tercero y, en algunos lados, el cuarto).



A ras de tierra encontramos buses y automóviles, en el segundo un primer nivel de autopistas y los trenes , en el tercero autopistas mas rápidas y, coronando el conjunto, el esplendoroso tren bala. A esto debemos añadirle la compleja red de subterráneos que recorren la ciudad en lo profundo (hasta siete pisos para abajo) y los transportes fluviales y marítimos que también están a disposición, para suponer la monstruosidad de la mole. Sin embargo, con un poquito de suerte, inteligencia, sentido de la ubicación y paciencia (o un buen guía) se puede llegar a donde se quiera.


Al contrario de lo que es común escuchar, no me pareció que a la ciudad le faltase verde. De hecho, caminé por un espacioso parque en el que se encuentra un templo muy representativo, casi en el centro de la ciudad (o lo que me dio la impresión de ser central, aunque podría estar bastante equivocado). En algunas partes, algunos árboles que se habían visto cercenados por su incontrolado crecimiento, incluso presentaban curas en sus muñones. Una muestra de la sensibilidad japonesa.

Pero la gente definitivamente es otra cosa. En primer lugar, mientras que Sendai es una ciudad donde aun los extranjeros no son tantos, y por lo tanto se les mira con cierta aprehensión, en Tokyo ya les son indiferentes (como supongo deberá acontecer en cualquier capital del mundo que no este bajo amenaza terrorista). Así las cosas, observarlos no es difícil, y producto de mi primera impresión, puedo decir que de cierta manera los compadezco.

Esta ciudad no te pide que guardes las apariencias. Te lo exige. Te subyuga. La tensión consumista alcanza su máxima expresión, la modernidad desenmascara al común camaleón, la masa amenaza la identidad, Entonces son tantas las presiones que se deben desfogar con ciertas expresiones: como los otakus, la gente que se viste como personajes de animación, los tostados (gente que anda por ahí como si viviera en el melgar del primer mundo), los estrafalarios (tienen otro nombre, dieron origen a los tostados, conservan las ropas recargadas pero no se broncean), los góticos, los hyperyupis expresados en automóviles, motos o demás accesorios costosos, los compradores compulsivos, y todo un conjunto de tendencias que espero ir tocando a la medida que se me crucen en la cotidianidad.

Se preguntarán, entonces: no se preocupa el estado, los adultos, no se, alguien, por esta estridencia, por esta juventud tan loca, esta perdición? Pues yo creo que no porque, y este ha sido el descubrimiento más fascinante y terriblemente sobrecogedor al sol de hoy, a el más mínimo gesto de su alteza el emperador, o quien quiera que esté en posesión de tal poder, todos trabajarán como si fueran uno, todos harán caso. Las implicaciones que esto tiene son innumerables, pero serán material para otra ocasión.

Cerrando en circular, una pequeña anécdota sobre mi relación con el paisaje: hace tres días, mientras caminaba en la noche a la estación central a tomar el tren de regreso, un grupo de europeas (o gringas, bueno, monas) daban las gracias a alguien y en seguida salieron corriendo en medio de una algarabía molesta; mire a mi izquierda y una japonesa que llevaba mi mismo rumbo me dirigió una mirada que no me esperaba, mirada que duró una fracción de segundo, en la que pareció totalmente natural y a la cual asentí de igual manera, pero que hasta hoy me tiene estremecido, esa mirada que en ese momento no podía significar otra cosa que “extranjeros tenían que ser”. Es un comienzo (espero, digo, nunca dejaré de ser extranjero, pero un turista…).

Desde un lugar al Este al que se llega por el Oeste,

panÓptiko

sábado, junio 03, 2006

Puente sobre el rio Hirose

Pasa sin pasar
Como un silencio de Heráclito
Una página en blanco de Borges
Dejándonos a todos satisfechos
Incluso al puente
Que hace años es un recuerdo

miércoles, mayo 31, 2006

y entonces sucedió

Como en uno de aquellos emotivos y trascendentales episodios de los años maravillosos, en los que algún suceso entre lo cotidiano y lo casual llegaba a transformar para siempre la vida del siempre joven Kevin Arnold, entré a comprar un esfero el martes en la cooperativa de la facultad. Aunque en Japón no se acostumbra a tener música en los lugares públicos, había un fondo sonoro. Y precisamente fue éste, y no la calidad del esfero que compré (que entre otras, también me tiene maravillado), el que poco antes de salir me hizo levantar la cabeza y mirar al cielo de parlantes: el cáustico ritmo de hip hop que domina las tendencias contemporáneas se sacudió, quedando de él un compás conocido. Ya quisiera yo que fuera un cha cun cha como el de Rafael, o el inmortal chipi chipi del alma, pero un tu patupatu patupatu se lo tomó todo y esa fue la sentencia. El Reggeton esta aquí.

P.D. Lamento mucho no poder escribir tan a menudo como quisiera, pero recibo y leo sus mensajes con avidez. Los recuerdo y los veo en el firmamento. Buen viento,

panÓptiko

lunes, mayo 01, 2006

Por que no escribo y Como hacerlo al mismo tiempo

(Coro, se repite varias veces)

Saludos terricolas.

De seguro se preguntaran porque no escribo mas amenudo, pues eso tiene una larga explicacion que me permito relatar a continuacion, y de paso se enteran de mi cotidianidad.

Resulta que los terminos normales de la beca estipulan que, como es apenas logico, uno debe tener seis meses exclusivos para aprender japones (por lo menos lo suficiente para defenderse, porque faltaria mucho mas tiempo para lograr dominar este idioma), y una vez transcurridos estos presentarse al examen de admision para acceder a la maestria (o doctorado, segun el caso), puesto que uno debe pasar todos los procesos tal cual como un japones cualquiera.

Sin embargo, en mi caso, la maestria a la que me presente es ingles, con lo que se dieron dos situaciones: primero, el gobierno japones considero que por esa razon no era necesario que yo estudiara por seis meses el idioma y, dado que no era neceseario este tiempo, en la universidad me permitieron aplicar a la maestria desde Colombia solo basandose en mi documentacion, examen de admision que tuvo un resultado positivo.

Conclusion, heme en este simpatico rincon del mundo aprendiendo a vivir solo (al estilo japones, por supuesto), con cuatro materias de maestria mas el seminario de investigacion al cual debo llevar reportes mensuales sobre el avence de mi tesis, mas tres cursos de japones porque, como es apenas logico, no solo de maestria vive el hombre.

Debo agregar que, aunque mi apartamento es muy bonito y acogedor, y que la querendona y rezongona ciudad de Sendai es pequena (un millon de habitantes mas las provincias y los que vienen y van a la universidad, pues algo importante es), me toma casi una hora desde que salgo hasta que llego al salon de clase.

Entonces, me levanto todos los dias a las 6:50 y generalmente vuelvo hasta las 10 a dormir; los fines de semana estudio un poco, salgo a pasear o hago oficio, pero como no tengo computador pues tampoco les puedo escrbir en ese lapso.

Eso es todo. Aprovecho la ocasion para los avisos parroquiales. Debajo de cada una de estas notas dice comments y un numero al lado, pueden hacer click ahi y en la siguiente pantalla pueden hacerme comentarios o preguntas, lo que quieran. Si saben de alguien que quisiera saber de mi y suponen que no tiene idea de la existencia de este espacio o como usarlo, no sea malo, expliquele, podria ser su hijo (o su mama?).

Gracias por sus mensajes y comentarios, los busco con ansia cada vez que puedo, y me ayudan mucho en mi dia a dia, asi no pueda responderlos.

Una venia,

panOptiko

P.D. Esta semana que comienza es el equivalente a semana santa aca asi que no voy a estar tampoco. Voy de paseo (en un coche feo). Luego les cuento.

miércoles, abril 12, 2006

Sucesos 1

De pasada no mas, algunos de los hechos triviales de la ultima semana:

Ayer comi un helado de papa violeta con gomas de arroz y una bella cereza. El sabor no era tan bueno, pero se veia bien. Lamento no enviar fotos.

Quiero compartiles el carro que vi hoy. Aca hay de todas formas y tamanos, pero hoy si me acorde de tomar la foto.


El clima esta mejorando notablemente dia a dia. Esta ciudad parece tan loca como Bogota: el unico dia de la semana pasada que hizo sol fue el dia que nevo (todavia se sentia el invierno). La gente se preguntaba "per de que nube esta nevando?"

Como abrebocas, tres temas que han acaparado mi atencion en esta semana, los escribo mas para acordarme que tengo que contarles sobre ellos:

La television japonesa es tan o mas ridicula que la colombiana.

La joven promedio japonesa es tan o mas tonta que la joven colombiana (ademas de tener una herencia polar notable)

Lo que nadie me advirtio, lo que nadie antes me dijo, lo mas perturbador hasta el momento (y creo yo que por toda mi estadia): Sendai es una ciudad cundida de gigantescos y briosos CUERVOS!!!!! Es magico despertar con su arrullador canto, vigorizante sentir su compania durante el dia, evocador su llamado mientras se tiene la mirada perdida en el infinito con nua taza de algo encaliente entre las manos... Quiero tener uno de amigo, pero aun no se que darles para que vengan a mi (Claro que aquello de cria... tambien me detiene, o sera que ESO es lo que debo darles?)

Bueno, yo solo estaba de pasada. Saludos.

lunes, abril 10, 2006

Pequeno Diario

Como era de esperarse, mi diario duro tanto como mi transporte. Ya veremos. Sin embargo, aqui esta:

01-04-06

Escala

Claro que no perdi la oportunidd de ir a un restaurante de comida tipica en mi corta estadia en el colorido pais de los gringos.


2-04-06

Pacifico

Es increible como se pasa el tiempo cuando uno tiene un osito polar al frente.

Cinco horas de mi viaje se fueron viendo, una y otra vez, el documental en ocasion del quinto cumpleanos del animalito.

Por supuesto, tambien ayudo el confort y lujo de las Aerolineas Japonesas.


3-04-06

Primer consejo acertado de mama

Todo fue muy claro cuando me aventure a dar el primer paseo por las calles de Tokyo (bueno, la del frente del hotel, que queda mas bien retirado de de la ciudad) respecto al visionario consejo materno, que data de mis primeros anos: "cuando vaya a pasar la calle, mire para ambos lados".

Con toda esta gente conduciendo por el carril equivocado no hay nada mas sensato.

6-04-06

Pasara cierto tiempo antes de que pueda contar cosas medianamente elaboradas sobre todo lo que me rodea.

El martes fue puro soye (ayuda ortografica, por favor). El primer encontronazo con la realidad: hable con un tailandes, un keniano y una mongola, hice tratos con un irani (~aca ~aca); tome un tren expreso del aeropuerto a Tokyo y con ello divise el paisaje. Todo es nuevo y chocante, hay mistica y demencia, dulzura y nausea. No podria transmitirles lo que he sentido, asi como no lo entiendo. La ventana ha sido como ver television, todavia no me siento parte del paisaje, asi que aun no tenemos puntos de vista mu diferentes.