sábado, enero 24, 2009

Un chiste pésimo


una canción de venganza

A tono con las celebraciones de temporada, reflexionar sobre el racismo en la vida cotidiana no vendría nada mal. Una de las prácticas más comunes y que la gente tiende a ver con inocencia se trata de los chistes. No he leído teoría psicológica alguna al respecto, pero me da la impresión que como otras prácticas que nos confrontan con nuestros tabús, los chistes tienen inherentes en sí el doble filo de hacernos reir de nosotros mismos, o de arraigar viejos prejuicios. Sí las personas no acostumbran a hacer una reflexión ética de sus vidas, creería yo que es un poco más de lo segundo.

Este asunto tan serio viene a cuento a partir de un chiste que escuche en la niñez; ese en el que se pregunta por qué no hay negros albinos. Pues la semana pasada salió en el Economista esta terrorífica respuesta: no hay porque los médicos brujos los utilizan para hacer amuletos. Nada más tarantiniano.

Kill the Witch Doctor.

Algún día escribiré esa historia...

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