Una vez volví de China, estaba resuelto a colgar un artículo cada semana, incluso más seguido. Pero, como siempre, la vida se encarga de acomodar nuestras promesas a nuestras capacidades. Solamente logré subir la frecuencia cuando empecé a colgar videos. Sin textos que los acompañasen, se me hizo que no tenía gracia. Vino entonces un artículo de Ricardo, y una serie de comentarios en un par de blogs, que me dejaron pensativo acerca de a utilidad de estos espacios virtuales.
Lo primero que me pregunté fue ¿pertenezco o no a la comunidad de blogs, o blogosfera? Pensaría uno que por el solo hecho de tener un blog uno pertenece a ella. Pero si se mira con detalle, el hecho de existir no te hace miembro. Debes leer otros blogs, participar en sus discusiones, publicar con frecuencia y con audacia, de manera que se vaya formando un público, proceso que requiere tiempo y esfuerzo. Además, si quieres ser popular, se debe hablar de ciertos temas, aparecer en ciertos sitios y desarrollar una estética. Se trata, pues, de tener otra vida.
Desafortunadamente sólo tenemos una, existimos en un solo lugar y tiempo a la vez. Así que todo el tiempo que le dedique a este espacio se lo quito a la vida real y, carajo, no vine tan lejos a pasármela conectado. Para escribir sobre la vida, primero hay que vivirla.
Se hace necesario desagraviar a los asiduos alimentadores de blogs, a quienes respeto de manera especial. Los clasifico en dos tipos, que en algunas ocasiones se confunden: quienes viven de sus blogs, o de una actividad asociada a la necesidad de emitir opiniones – léase periodistas, economistas, historiadores, etc. -, y están aquellos que sufren de algún trastorno psicológico o social, el cual compensan con el ejercicio del grito electrónico – a todas luces positivo por lo económico y práctico de la terapia (¿o sedante?). Repito que me refiero a los publicadores patológicos, aquellos que desbordan nuestra capacidad asimilativa, para no herir susceptibilidades.
Entonces, ¿para qué escribo este blog? Al final entendí que, como Gabo, escribo para mis amigos, y que en su soso, disperso y enrevesado hacer, lo único que quiero es transmitirles más allá de su contenido, todo lo que se pierde al no poder encontrarnos físicamente, la mutación de mi esencia. Quiero hacerles compañía.
Bueno, yo y los espantos del caribe.
Escribiendo el siguiente post,
panÓptiko
Propagandas:
En el blog que tenemos algunos compañeros de la universidad y un profesor, acabo de pegar un trabajo que hice sobre las leyes y las normas en Japón, para el que le pueda interesar. (Pido excusas pues está en mi mal inglés)
De unos posts para acá, si sus comentarios piden una respuesta he procurado darla, para que revisen sus comentarios cuando pasen.
Y, por si acaso, quería dejar dicho que si mi intención fuera no contradecirme, hubiera esperado a estar bien viejo para empezar a escribir.
sábado, diciembre 09, 2006
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5 comentarios:
MMCUENCA
Hola, pues como ves casi nunca veo el Blog, se me olvida, pero bueno, por aca estaba echandole un vistazo, esta super chevere.
De nuevo, nada,trabajando mucho en Frutiño Frutiño.... no te digo que veas la pagina de QUala, porque nunca está actualizada, pero, voy a mandarte foticos para que les des un vistazo y te arrecuerdes de mi. Ja ja. Saludos y un abrazo.
no creo que haya que vivir primero...escribir es parte de ese vivir y entnderla...
tal vez ese sea uno de los encantos del blog...lo he intentado dos veces pero aun prefiero la vieja libreta...
pero que bueno que tengas uno y pueda escribirte desde aca...demostracion que pueden ser utiles, divertidos, hasta necesarios...
Querida MMCUENCA: Gracias por tu saludo, por acá siempre bienvenida. Saludos a los pingüinos.
Queridísimo anonimo: Pasándome de tonto diría que no he conocido el primer ser que haya escrito sin vivir (Perdón, jejeje, no podía dejar de decirlo).
Hablando en serio, la necesidad o no devida para ejercer satisdactoriamente el ejercicio de escribir depende de lo que se escriba: seguramente un escritor de ciencia ficción no necesita salir de su casa en toda su existencia para hacer bien su oficio.
Por otro lado, en lo que promete en convertirse en un post en el futuro cercano, con mi profesor comentamos que aunque un novio enamorado puede escribir montañas sobre su amada, sólo el que ha conocido el mundo y sus matices podrá hacer un retrato más acertado del amor.
En cuanto al blog, es un tema complicado porque depende por donde se les mire, son un medio, no una exigencia. He intentado pararme en varias partes para analizarlos - el blog y la literatura, el blog y la televisión, el blog y el reconocimiento - pero supongo que aburriría a mis lectores con mis divagaciones. Así que me abstengo de alargarme al respecto. (Claro que en ese momento que me reprimo de expresarme, el blog pierde su encanto de insurgencia y se encasilla de nuevo e la convencional tensión artista - público, de la que me quejaba en el post, que es un motor social valioso y que este medio hace más asequible (pero puede ser sólo un juego para luego poner mis comentarios con mayor rebeldía y así dejar implícita las tensiones internas de un autor agobiado por la sociedad... jejeje))
Lo bueno, señor anonimo, es que me escriba y que yo le responda, y así estar más cerca y aliviar este cuerpo decadente, y convertirlo en un nuevo post. Abrazos conocidos.
uy sam que guapo! jejeje buenisimo!
Si buenas...pasaba por aquí.
Dejar de leerte no es ingratitud, pereza o falta de actitud mas bien, las mismas que se escudan al momento de escribir. Sin embargo, leeré, escribiré en algun momento, en algún lugar y tú, lo sabrás.
Antes Geisha ahora magnétika
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