martes, marzo 17, 2009

Conservación sangrienta

Palomas tomando el sol otoñal

Este título de cinema zombie para recomendarles este artículo del economist sobre aquellas ocasiones en que el ejercicio de la conservación ambiental requiere el sacrificio de algunas especies predadoras. No deja de ser irónico constatar que incluso aquellos que se desvelan por el bienestar de la naturaleza, terminen por verse obligados a beneficiar algunas de las criaturas para salvar a otras, traicionando con ello aquel principio de la bondad de lo natural.

Por otro lado, este otoño descubrí por casualidad que las palomas se acuestan en el pasto a que les de el sol. Esos bichos son ya un habitante más de las ciudades. Me pregunto si tendremos con ellas una simbiosis distinta a su atracción por el poder - digo, siempre estan en los edificios gubernamentales.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

jejeje muy bueno, me quedaré pensando en la simbiosis

Anónimo dijo...

de ellas serán las ciudades, por ahora solo analizan pacientemente los que serán sus terrenos

Lanark dijo...

Tal vez los edificios gubernamentales les parecen más defecables.