En aquellos agresivos años de colegio, cuando yo era un enano montador y la gente hacía salvajadas sin sentido por doquier, una de las atracciones principales del salón en los momentos de ocio era el concurso "Cójale el paso al Bundolo". En él, ese gran amigo se paraba en frente de todos y hacía alguna maniobra de acuerdo a los canones de la naciente escena house-dance-techno-trance... poperosa, en general. Acto seguido alguien más venía y, a veces de adrede a veces en serio, intentaba imitar el paso propuesto sin mayor éxito. Tal era el talento de Bundolo.
Creo que nunca lo intenté. Además de la pena natural, en esos días era yo un rebelde underground y sólo hasta que la escena electrónica se decanto, dejando de ser una moda para abrir paso a la tendencia bien elaborada que es ahora, me decidí a bailar en serio. Hoy, las pocas veces que lo hago, recuerdo aquellas tardes de concurso y se me hace que mi estilo está fuertemente influenciado por lo que allí se hizo, se contorsionó y se sudó. Mas todo esto es inenarrable, imposible explicar aquella complejidad de movimientos coordinados y sincopados. Eso tiene el baile de misterioso, tan arte como cualquier otro.
Quedando en el aire la pregunta de si el paso por el otro lado del mundo a afectado el perfil de Terpsicore - por uno quiza más aguerrido - dos videos para que se arriesguen a imaginar uno de infinitos puntos intermedios.
UNO
DOS
Paso a paso,
panÓptiko
viernes, diciembre 14, 2007
Cójale el paso al Bundolo
tal cual fue percibido desde el
panÓptiko
a las
2:21 p.m.
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1 comentario:
jajaja eso toca verlo!
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