lunes, junio 11, 2007

Del salvaje espiritu cientifico, los intringulis epistemologicos, modernidad, preadolescencia y la incertidumbre del desarrollo

En la seccion editorial del Japan Times, el martes pasado aparecio un articulo sin precedentes en mi historia - es decir, algo que me dejo anonadado. Una jurisprudente japonesa, de la mas alta alcurnia - supongo yo por su titulo de l'Ecole des Hautes Etudes en Sciences Sociales, en Paris -, objeto comedidamente un caso perdido.

Resulta, pasa y acontece - alguien me puede explicar porque esta frase esta en mi subconsciente? - que la ultima instacia juridica desestimo las razones por las cuales una joven demandaba a su padre por haberle tocado repentinamente los senos por unos segundos para "medir su desarrollo sexual" cuando ella tenia 11 años. Valga la pena aclarar que el padre admite plenamente ser responsable de semejante acto.

Lamentablemente, el articulo es escaso en datos sobre el cuerpo del delito, y es mas una disgresion sobre artimañas juridicas. Segun la autora, un acto contra la dignidad de las personas y los derechos humanos. Para los jueces, en lenguaje vulgar, una joven perturbada que sin razon ve en su papa a un pervertido.

Triste, sin datos, en medio de estas tierras inhospitas, no puedo imaginar la incertidumbre que llevo a ese padre a cometer tal acto. O, tal vez, si puedo.

Caso perdido.

panÓptiko

1 comentario:

Carlos Obregón dijo...

Hoy me enteré que tocarle la cola a una persona es un acto demandable...

No sé bien que es lo que me perturba del asunto, probablemente son muchas cosas, pero al menos un recuerdo de mi infancia: irme con 4 amigos a los conciertos que Unicentro realizaba gratis (al menos estoy seguro que uno fue de Nubeluz) a tocar la cola a las niñas bien buenas...

Confieso que he pecado.