jueves, mayo 26, 2016

10Y56

En Estambul conocí una persona que vivió por tres meses en Bogotá, estudiando español en la Javeriana. Su impresión de la ciudad y, de paso, del país es que los contrastes son muy fuertes. Hay gente muy buena y gente muy mala, dijo. Parece que en una panadería el que atendía la intentó robar frontalmente. De un día para otro, la misma torta que compraba cambiaba de precio. No se le olvida. Creo que también la robó un niño, pero luego se hicieron amigos.  Quien sabe que más le habrá pasado. A mí nunca se me había ocurrido tal descripción. Ella dijo que era porque había vivido siempre entre colombianos. Puede ser. 

No hay comentarios.: