El Código Orozco
En lo que parece perfilarse como una nueva sección del blog, ayer me vinieron con otro dilema que querría compartir con ustedes.
Va usted en su carro y se arranca un aguacero terrible, de esos que apenas le permiten distinguir las siluetas a dos metros alrededor. Entonces, al pasar por un paradero de bus, se da cuenta que tres personas esperan en medio del temporal. Limpia el vidrio con un trapo limpio - de lo contrario podría impregnarlo de grasa corporal que dificultaría limpiados posteriores - y se lleva una sorpresa: la primera persona es una ancianita que a todas luces se ve que está bastante enferma, la segunda es ese alguien que usted más quiere, por la que se desespera y hasta pierde la cabeza, y la última es un doctor que usted conoce de hace tiempo pues, después de un incidente que no es menester comentar acá pero que probablemente tenga que ver con armas, licor y prostitución, le salvó la vida.Mi respuesta después de los siguientes comerciales.
El dilema reside en que usted, ya porque tenga un deportivo, ya porque lleve evidencia incriminatoria en la parte de atrás, sólo puede llevar a una persona. ¿A quién llevaría?
La respuesta es obvia: yo aceleré y llegué a casa a escribir este post.
Viendo llover,
panÓptiko
4 comentarios:
Que dilema, la creciente...
bueno besos viajeros, medievales , y mas viajeros y mas besos para largos tramos ... y para las crecientes...
menos mal el dilema no fue con el sismo...hubiera sido mas dificil!!
Estimado anónimo 11:23
No lo creo. Lo más probable es que los hubiera atropellado a los tres.
De todas maneras gracias y que vuelva.
Creo que el dilema de la creciente es mas complejo de lo que pensaba, no se ... lo pienso y lo pienso y guauuuu...
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