miércoles, agosto 08, 2007
El verano que seremos
En respuesta a los miles de correos que piden saber que he hecho en estos días, un breve resumen sin precedentes en este blog - es decir, un escrito convencional.
El profesor que me ha orientado durante la maestría se retira en marzo del año que entra, lo que significa grandes dilemas en mi vida: debo buscar de nuevo profesor-universidad y plantear mi proyecto de doctorado. En otras palabras, planear lo que será mi vida los siguientes 3 a 10 años (si contamos con que lo que elija será determinante para mi vida laboral).
Entonces me fui a unas conferencias en Tokyo del 10 al 12 de julio, visité una universidad, sufrí desengaños. En eso, preparé dos abstracts para una conferencia en Tailandia, los cuales envié el día 16. También tenía una presentacion importante programada el 27 , que afortunadamente aplazaron al 3 de agosto porque un amigo querido vino desde Inglaterra los dias 27-28-29, por lo que dejé los libros a medio leer y volví a Tokyo de afanes. Ahí conocí las multitudes veraniegas tokiotas y a un par de bailarinas cyberpunk-exóticas, con lo cual mi corazón siguió dividido en cuanto a dejar o no mi tranquila Sendai.
Terminé la exposición como pude, y así mismo terminé de leer las casi 1200 páginas de 2666 de Roberto Bolaño, algo que va trastornar treméndamente mi vida en cualquier momento. Salimos, pues, en manada el sábado a las 6 am a ver el festival de la norteña prefectura de Aomori, conocido como Nebuta, aunque algunos japoneses también le llaman "El festival de Neputa", nombre que todos preferimos. El ambiente parecía bastante típico - desfile y danza - hasta que el acto terminó y las bailarinas retiraron sus camisas para festejar el esfuerzo, mientras los muchachos se les unían, se emborrachaban y se agarraban a golpes en cualquier callejón, momento en el que un contingente de policías con cara de veteranos se les venía encima - a los muchachos, no pude ver si a las muchachas - armados con unos palos largos muy tradicionales, aunque poco comunes en estas tierras.
Dormimos en un karaoke del que nos sacaron a las 5 de la mañana, y volvimos dando una vuelta por la vecina prefectura de Akita - de donde vienen los perros, pero NO se los comen, esos son los chow-chow en Corea - y vimos apartes del festival Kanto en el que hombres valerosos portan linternas que los hacen parecer hormigas, mientras hermosas mujeres golpean con brío terrible un tambor enorme, con lo que diluyen las fantasias a las que sus cortas yukatas - kimonos de verano - dan pie en primera instancia.
Tomamos un desvío en el tren de vuelta - fueron 8 horas de ida 13 de regreso - para bordear el mar de Japon y ver desde el vagón los bellos contrastes que ofrecen los pueblos de pescadores que cada año son tapados varios meses por la nieve - las casas tienen entrada por el segundo piso para estos casos - y que en un futuro no muy lejano desapareceran con alguna nevada, en medio de esta sociedad que envejece y se acostumbra a las comodidades.
Medio pensativos, medio exhaustos, con el pasar de infinadad de estaciones y rostros que nos miraban con curiosidad, que nunca más volveremos ver, añoramos en silencio la salvajía del estilo Neputa, y entendimos que en este país no hay gato encerrado. Hay pescado.
Cavilante,
々
P.S> El autor de este post durmió dos días recuperándose de los abusos. No ha decidido nada sobre su vida, y casi había logrado olvidar el asunto, hasta que se acordó.
P.S> Gracias a todos por sus comentarios, y de paso los invito al nuevo espacio que estamos escribiendo con otros entes dedicado en exclusiva a los estudios ambientales - ja, ja, como si los estudios ambientales pudieran ser exclusivos.
Las Otras Mitades
Felices fiestas patrias.
tal cual fue percibido desde el
panÓptiko
a las
3:06 p.m.
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5 comentarios:
¡Que maldita envidia! (el paseo; las cavilaciones si se las regalo a quien quiera)
Me dejó pensando eso de Akita (campo de arroz de otoño), eso debe tener una historia medio interesante...
Y el símbolo si me gana-gana.
Hola, super bueno tener noticias tuyas,estabas perdidillo, pero bueno, ya sabemos que sigues vivo y coleando.
La semana pasada estuve en ecuador, conoci la mitad del mundo, bacano.
De resto, nada todo super chevere. Un abrazo, escribes así sean bobadas al mail. que te rinda con tus multiples ocupaciones.
jucio!!! MMCQ
la foto del pueblo, el mar y el tren, me recordó una película de Yasujiro Ozu, un clásico japones que pasaron en el mambo luego de una conferencia...las primeras imagenes eran presisamente la imagen que muestras...el contraste de la tranquilidad del mar y el ruido o la velocidad del tren y sobre ello versaba la película, la ruptura o la transformacion del japón a la "modernidad"... te la recomiendo, bueno aunque toca preguntarle a bibi (que seguramente se acuerda) el nombre de la película...
muy buena e impresionante foto!
Jajaja que risa! Que bacanas sus aventuras en Japon, y las anécdotas interculturales! Me diste una idea de escribir sobre las colombo-suecas! Un abrazote desde el este de Berlin! Y esperándote en alguno de los veranos próximos... Me encantaría pasear contigo y con Diego en las calles berlinesas.
Ahi por si te interesa puse 3 nuevos blogs (entre anitguos y fresquitos)
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