Hola blog. ¿O debería llamarte sitio web para las lecturas del año?
Al fin un año de relativa tranquilidad. A pesar de las constantes malas noticias desde Ucrania y Palestina, la pandemia desapareción casi del todo y, aunque hubo varios viajes, casi todos fueron relativamente cortos. El trabajo estuvo particularmente estresante: por primera vez en mi vida profesional, me salí de casillas en una reunión. Pero, como siempre, las lecturas estuvieron ahí para darme sosiego.
Visto en perspectiva, el año de lecturas estubo regular. Muchos libros largos, no todos justificados en su extensión. El más largo de todos, Los Libros de Jacob de Olga Tocarkzuk, tocó arrastrarlo hasta el final a las malas y en esas se comió casi medio año. La supuesta obra maestra de la Nobel de literatura de 2018, es la historia de un pastor que fundó y mantuvo una secta herética en el este de Europa en el siglo XVIII. Basada en la vida real, son más de mil páginas de intrigas y desvaríos religiosos, incluyendo orgías y otras prácticas esenciales para una sana vida espiritual. En algún episodio de "Tercera Vuelta", Alejandro Gaviria advirtió que el libro no estaba bueno, pero no soy de los que dejan los libros de ficción sin terminar. Un detalle que lo salva: los números de páginas van en cuenta regresiva. Eso amerita el Nobel.
El mejor libro del año fue, sin lugar a dudas, El verano que no florecieron los girasoles de Shusuke Michio. Es una historia de suspenso sobre el supuesto suicidio de un niño de primaria accidentalmente encontrado por un compañero de clase. La inmediata reencarnación del niño en una araña que se comunica con su compañero para vengar su muerte resulta en una aventura llena de peligros mientras exploran el lado oscuro de los posibles asesinos y el ambiente complicado de los hogares de los niños. Una historia súper loca pero atrapante con un desenlace sorpresivo. Una lástima que no haya traducción al español. Ojalá pronto.
En segundo lugar vale la pena mencionar Nuestra parte de noche de Mariana Enriquez. Ya había leído con mucho placer sus cuentos y quería más, pero me topé con la novela en alguna librería y la compré. Desde que tengo memoria, me han gustado las historias de terror, pero siento que funcionan mejor como cuentos que como novelas, pues es difícil mantener la tensión por largo tiempo. Fue una gran sorpresa que Mariana lo logre. La historia va de la traumática relación entre un padre y su hijo intentando escapar de una secta diabólica para la cual el padre trabaja como médium, un poder que se supone hereditario. La novela cubre diferentes momentos de la secta y sus personajes por treinta años, durante los cuales la relación con el poder oscuro y sus vidas va evolucionando a la par del contexto histórico. La autora se vale de la trágica historia de las desapariciones forzadas durante la dictadura argentina para acompasar la novela en la realidad. Incluye también mención de Omaira y la tragedia de Armero, lo cual me llegó al alma. Este recurso de dar explicaciones fantásticas a la tragedia real me pareció riesgoso pero prometedor. Recomendado.
El año empezó con Antes de que se enfríe el café de Toshikazu Kawaguchi. Son cuatro historias sobre un café particular en la que los clientes tienen una única oportunidad de viajar en el tiempo por el tiempo que el tinto siga caliente. Las historias son entretenidas y la formula fue tan exitosa que el autor escribió varias secuelas. Veo que existen traducciones al español. Bueno para pasar el rato.
Leí los dos tomos de Kokun de Naoho Uehashi. Es una historia de fantasía de un mundo en el que sacerdotizas con un poder extraordinario del olfato están en el corazón de su estructura política. El imperio gobierna las diferentes regiones a través de la agricultura: las sacerdotizas han logrado desarrollar una variedad de arroz prolífico con el que se alimenta toda la población, cuyas semillas solo ellas saben como producir. El cultivo del arroz requiere unos cuidados especiales las cuales, si no son mantenidos, resultan en la apareción de plagas que pueden esparcirse por todo el imperio. El libro trata de una emergencia por una nueva plaga y la lucha contra ella a pesar de las intrigas políticas. ¿Complicado? ¿Un poco reforzado? Tal vez. Pero no está mal.
Dos libros de cuentos: Pájaros en la boca y otros cuentos de Samanta Schweblin y Volver a comer del árbol de la ciencia de Juan Cárdenas. El primero vino muy recomendado, ofreciendo algo similar a lo Mariana Enriquez. Los cuentos no están mal, pero me quedo con Mariana. El otro llegó por una lista publicada hace un par de años sobre literaturea latinoamericana. Más bien regular, con algunas chispas, pero nada muy relevante. Creo que con este libro dejo de creer en las listas preparadas por literatos que no conozco.
H. me recomendó que leyera Hoy es un gran día de Maha Harada. Es la historia de una nasciente escritora de discursos y las particularidades de su oficio. Me gusta sacarle tiempo a leer lo que la gente que me rodea considera meritorio, así me tenga sin cuidado. Estas lecturas tienen una función social de conocer mejor a los demás, y aflojar un poco el ego. El libro algo enseña, aunque todo muy predecible.
De una manera similar llegó El hombre que amaba a los perros de Leonardo Padura. Claro que, en este caso, no recuerdo quien o cuando fue que me lo recomendaron. Esta es una historia novelada del exilio del Trosky, de su asesino español, y de un escritor cubano que tropezó con esta historia y la escribió hasta dónde la decrepitud de su país lo dejó. El libro llevaba varios años en la biblioteca y, falto de espacio y sin ningún viaje largo en el horizonte, lo cogí casi al azar. El libro es más que nada una denuncia del régimen soviético y de la miseria cubana, dos cosas sobre las cuales no tengo interés. El libro también cubre algo de la guerra civil española, de la que no se nada, y sobre lo que el libro fue informativo. Cuándo lo compré no era consiente de que iba, o no lo habría comprado. Lo leí de afán, pero está bien escrito, sin abusar del lirismo, lo que ayuda. El cierre de la historia está chévere y seguro que en algún otra momento de mi vida hubiera sido mejor valorado.
En otros temas, los juegos de mesa se han ido recuperando de a poco con compañeros de trabajo. Este año jugué la segunda parte de Zelda pero me aburrí antes de acabarlo. El mejor anime del año fue el del invierno, Frieren y Los diarios de la boticaria. Dandadan también estuvo eróticamente bien.
Hay una pila grande de libros en español esperando el 2025. La de japonés no es tan grande pero creo que voy a seguir intentando leer uno y uno. La lista de libros que quiero comprar en Amazon ha crecido sustancialmente porque me he vuelto más juicioso en anotar lo que las personas recomendan. Sin embargo, la caida del yen han hecho de comprar libros físicos un lujo casi prohibitivo. Se prevé el regreso del Kindle y la levedad de la lectura digital.
¡Los mejores deseos para el nuevo año!